El rostro es la zona más susceptible de sufrir los efectos del paso del tiempo. Éstos provocan una pérdida de elasticidad, tono, tersura y firmeza.
Este lento pero imparable desgaste se traduce en la aparición de líneas de expresión que, con el paso del tiempo, dan lugar a arrugas alrededor de los ojos, de la boca, en el entrecejo, en las comisuras labiales o el surco nasogeniano. La edad pone también de manifiesto otros problemas que afectan a la armonía estética de la cara como la pérdida de volumen en los labios y los pómulos.
Las infiltraciones se realizan mediante inyecciones de fluidos con una aguja finísima, a poca profundidad cutánea y tienen como objetivo eliminar arrugas, disimular cicatrices, así como redondear pómulos, mejillas o mentón.
Sin embargo, uno de los usos más populares de esta técnica es la aportación de volumen a los labios.
Una técnica de relleno nos provoca que el tejido cutáneo tratado tenga una respuesta de crecimiento. La formación de nuevo tejido en la zona tratada (arruga, cicatriz o depresión) hace que el resultado tenga una larga duración.
Con los años, la piel pierde su aspecto liso, terso y juvenil, aparecen signos de flacidez, se forman arrugas, el tejido adiposo se reduce y el rostro se aprecia más delgado.
Las infiltraciones se efectúan bajo anestesia local.
Si quieres mejorar, sin modificar la expresión, el grosor y la proyección labial, la definición del arco de cupido, elevar las comisuras caídas, disminuir el rictus facial y corregir las arrugas en la zona superior del labio o el entrecejo. Es tu tratamiento!!!!!!!….
Tras el tratamiento puede aparecer una inflamación que desaparece a las 12 horas aproximadamente. En caso de producirse pequeños hematomas, éstos dejan de ser visibles en 5-7 días.
Mediante la infiltración de sustancias se puede disimular el envejecimiento de la piel, corregir pequeños defectos y dar volumen a los labios de una manera sencilla, devolviendo al rostro una apariencia juvenil y refrescante y una armonía estética atractiva y natural.